Al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, le hubiera parecido increíble hace apenas un par de años que diputados y cargos del PP -e incluso de Vox- que hasta hace poco más de dos años lo alababan por su gran labor como juez, se despachasen ayer con él exigiendo su dimisión y tildándole de “miserable” o “mentiroso”, entre otras lindezas. Pero así fue. Lo hizo ayer, por ejemplo, en la sesión de Control al Gobierno del Congreso, el hoy diputado de Vox, Ignacio Gil Lázaro, el mismo que antaño, cuando ocupaba un escaño por el PP, elogiaba al instructor del Caso Faisán, a la sazón Fernando Grande Marlaska, y trataba de poner, a golpe de autos y portadas generadas por la instrucción de ese caso, al entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, contra las cuerdas, contra las rejas o, por lo menos, fuera del banco azul del…
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