MATAR AL mensajero era una vieja manera que tenían los reyes de librarse de su frustración por una derrota o un fracaso político. ¿Pero qué ocurre si el mensajero ya no hace falta y la prensa en su sentido tradicional es una reliquia del pasado? Ésa es ahora mismo la situación que se da con el IS. Cuando Osama bin Laden quería enviar un mensaje convocaba a un periodista occidental o a una televisión, y antes del 11 de septiembre incluso daba conferencias de prensa. Su disponibilidad para los medios era una presencia física. La gente creía lo que decía porque lo decía delante de periodistas con credibilidad.

Cuando Abu Bakr al Baghdadi, el líder del IS, quiere enviar un mensaje, lo hace a través de un montón de redes sociales, de forma que a las autoridades de todo el mundo les resulte imposible eliminar ese mensaje. Las redes sociales…