Países enfermos

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Una sociedad enferma

Reproduzco a continuación un texto elaborado por José Antonio Amunátegui, una de las principales referencias intelectuales del Chile actual. Su voz apalabrada en este artículo tiene la capacidad de crear opinión, además de mostrar, con una evidencia aplastante, la claridad y la visión de una sociedad como la chilena que atraviesa ese desierto que nos está invadiendo lenta pero progresivamente. Me refiero a la incultura y a la extensión premeditada de formar a un pueblo (se hace extensivo a nuestro país, España) con un sistema educativo ruin, inútil, engañoso y espurio, que lo único que busca, de la mano de esos prebostes adedados en las altas cúpulas del poder, es adoctrinar a la masa orteguiana, al vulgo, a los antiguos siervos de la gleba que, paradójicamente, están regresando del medioevo.

Con la voz certera e inigualable de Amunátegui, intelectual independiente y valeroso, nos podemos hacer una idea del desastre en el que el gobierno de España, y por extensión, el de Chile, nos están diseñando en las oscuras mazmorras de las cloacas marxistas.

La epilepsia de una sociedad enferma

El Español ya no será lengua oficial de España (nauseabundo); el Ministerio de la Verdad nos recordará a las ideas Bradburianas de hace 70 años, en el que se producirá un acontecimiento realmente aborrecible e inconstitucional, esto es, la anulación de un derecho fundamental como es la Libertad de Expresión; se está fraguando una ley para poder entrar en los domicilios particulares con la falsa y paternalista intención de controlar nuestros actos y buscar nuestro bien.

Con estos pasos, medidos de manera perversa, el comunismo pretende descomponer un Estado Liberal derribando sus principios fundamentales. Simplemente bochornoso e inadmisible.

Pero aquí les dejo la interesantísima e imperdible reflexión de uno de los más grandes y excelsos intelectuales de Chile, nuestro país hermano.

Espero que nuestros pseudointelectuales aprendan de sus palabras.

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¿UN NUEVO ACUERDO SOCIAL?

Coinciden muchas personas sabias en que la envergadura de nuestra actual crisis supera a las manos humanas: se extiende por todo el orbe, tiene “dinámica” espontánea, y su profundidad alcanza a las bases mismas de todo pacto, acuerdo o contrato social. Su magnitud indica que ninguna fuerza humana la dirige o puede detenerla. Los líderes mundiales no se sienten líderes, sino sólo soldados atrincherados intentando sobrevivir a ataques de una mano desconocida. La población humana está huérfana de diagnóstico y tratamiento… Hay miedo.

El efecto de la mentira, la calumnia y la maldad es confusión. Cuando se juega con bajas pasiones, el entendimiento es sumergido en aguas turbias. En otras grandes crisis de la historia los artistas han mitigado la orfandad de las personas abandonadas por sus líderes intelectuales y religiosos; ahora se llama “arte” al paroxismo de la vulgaridad, llamado “industria de la entretención”, cuya función es nublar el entendimiento y someter a la voluntad.

¿Por qué habríamos de comprar un producto graznado a la fuerza, en una publicidad que no podemos evitar ni rechazar? ¿Es proporcional que una de las más bellas sinfonías sea bruscamente interrumpida por una música chabacana y gritos que anuncian días de rebajas en artículos cibernéticos? ¿La víctima de violencia comprará violencia? Esa “publicidad” está realizada por los más peligrosos criminales de la historia humana: artistas vendidos al dinero y al poder. Mucho se espera de los artistas, todo de hecho: convocar a la belleza de ser persona, comunidad y nación; cuando prevarica, el artista destruye lo más sagrado, lo que da sentido a la existencia humana.

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Esta crisis tiene el rostro feroz de las bajas pasiones embotando rítmicamente el entendimiento. En el ritmo constante de tambores guerreros anunciando la llegada del odio, comprendemos que la crisis no es espontánea sino causada deliberadamente. La orfandad es muy grande, inmensa, porque carecer de verdad y belleza es el infierno. En medio de esa obscuridad, perversos oportunistas suplantan luz con el más estúpido de los diagnósticos: ¡la culpa es de la constitución política! ¿Quién podría culpar al ciudadano embrutecido por creer tal cosa?

Entonces, ante nuestros ojos, por fin se distinguen artistas corruptos y odiosos tambores oportunistas (narcos revolucionarios), sustituyendo verdad con mentira y belleza con fealdad. ¿Por qué alguien les cree? Por ignorancia, por conveniencia, por oportunismo, por codicia… Así, en el horizonte del diagnóstico, aparece una potente luz: esta no es una crisis de constitución y leyes; las calumnias estructuralistas ocultan un problema simple, antiguo y conocido: ¡ignorancia!, falta de educación, carencia gravísima de conocimiento y virtud.

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Sólo necesitamos un cambio personal, radicado en la propia conciencia, que apela a lo más hondo de cada alma humana: hacer el bien. Nuestro “acuerdo social”, con todas sus expresiones institucionales, no había perdido el norte, ¡nosotros perdimos nuestro propio norte! Todas nuestras “estructuras” son perfectibles, es verdad, pero ninguna es impermeable a la ignorancia y al vicio; finalmente, aquellas no son más que una gran caja de resonancia que amplifica el tañido de virtudes o vicios predominantes en las personas.

No podemos pretender que los cambios estructurales realizados por corruptos y viciosos tengan por resultado una epifanía de virtud. Tampoco podemos pretender que transferir a la Constitución nuestra responsabilidad personal, opere como absolución y remisión de nuestro propio pecado; en esa línea, mucho menos podemos pretender que la letra escrita, en manos de corruptos y tiranos, sea algo más que letra muerta; ¿registra la historia, acaso, el nombre de algún violento y criminal que respete contratos, acuerdos y leyes? Jamás se pide al gato cuidar la carne.

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Las mayores esperanzas están en enfriar bajas pasiones, acallar tambores de odio y, en silencio, reflexionar sobre nuestra propia responsabilidad. Como humanidad y como país, debemos dejar atrás la basura estructuralista para abrazar un compromiso social sagrado: ¡EDUCACIÓN!, conocimiento y virtud. No debemos hacer nada hasta firmar un gran acuerdo nacional: quien diseñe y operacionalice cambios “estructurales”, debe ser admirable por su conocimiento profundo y virtud probada. Tal acuerdo no es nuevo, es antiguo, pero lo ignoramos, ya ni siquiera recordamos su enorme fuerza, y no nos parece posible que personas admirables aún existan. Es hora de abrir los ojos, porque nuestro país está repleto de gente admirable.

AUTORIZADAS EN EL BOE LAS FUMIGACIONES AÉREAS MASIVAS CON BIOCIDAS POR PARTE DEL EJÉRCITO MERCENARIO DEL GOBIERNO TÍTERE DE TURNO…

Cumpliendo religiosamente las ÓRDENES de la corrupta ONU y siguiendo la macabra experiencia del régimen de la DICTADURA “COMUNISTA” TECNOLÓGICA China, ahora pretenden FUMIGARNOS, mediante el EJÉRCITO, como a cucarachas con productos químicos de todo tipo.
Para quienes ya conocemos la GEOINGENIERIA CON CHEMTRAILS que se lleva a cabo desde hace más de tres décadas con aviones de la OTAN, ahora la novedad consiste en FUMIGARNOS también a nivel de calles y viviendas.
Orden del Ministerio de Sanidad SND/351/2020, APROBADA el 16 de abril, por la que se autoriza a las Unidades NBQ de las Fuerzas Armadas y a la Unidad Militar de Emergencias a utilizar supuestos “BIOCIDAS” autorizados por el Ministerio de Sanidad en las labores de desinfección para hacer frente a la “crisis sanitaria” del supuesto COVID-19 orquestada desde la CORRUPTA OMS…

Que Dios nos ayude

¡Viva España !

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El Gobierno de Sánchez continúa abogando por medidas absurdas, políticas y totalitarias que conducen a los españoles a la miseria y la ruina. Frente a ello, los españoles saldrán a la calle.
Santiago Abascal aseguró este jueves que si Sánchez volvía a decretar un estado de alarma ilegal, los españoles saldríamos a la calle a protestar contra el Ejecutivo, más preocupado por imponer su agenda política que por el bienestar social y económico de los españoles.
«Si el tirano Sánchez vuelve a decretar un ilegal estado de alarma, convocaremos el lunes 12-O, en todas las ciudades y pueblos, una nueva caravana por la libertad, contra la muerte y la ruina que trae Sánchez. Son una mafia y los españoles no van a dejarse encarcelar de nuevo» publicó en su perfil de Twitter, emulando las caravanas de la libertad que llenaron, meses atrás, cada rincón de España. «El pueblo español ya frenó un golpe echándose a la calle. Lo volverá a hacer si es necesario», ha sentenciado.
Este viernes, ante la inamovible predisposición del Gobierno, el líder de VOX, Santiago Abascal, ha anunciado en su perfil de Twitter que los españoles volverán a salir a la calle a protestar contra la arbitrariedad y la incompetente gestión de Sánchez: «¡A la calle! Este gobierno nos está matando con su incompetencia frente al virus y nos está arruinando con sus medidas totalitarias y absurdas. El lunes obliguemos a los mafiosos a dimitir. En coche y con la bandera de la libertad, la de España».
El Gobierno de Sánchez ha condenado a los españoles a la ruina y la miseria, situándonos como uno de los países más azotados por la crisis económica, cercenando la actividad de los hosteleros, limitando la actividad laboral de millones de personas, haciendo descender el PIB a niveles históricos o situando el paro juvenil en lo más alto de la tabla, muy por delante de los países de nuestro entorno.

Literatura en español ante la leyenda negra
De España frente a Europa de Gustavo Bueno

12 octubre 2020


La publicación en 1999 de España frente a Europa de Gustavo Bueno galvanizó, entre otras muchas cuestiones muy actuales, el papel de España –su obra histórica, política, científica, literaria…– ante la leyenda negra. En esa genealogía bibliográfica cabe situar libros posteriores de Ivan Vélez, Roca Barea, Estanislao Jorge Payne, Pedro Insua, &c.

Si examinamos la obra literaria de España en referencia a la leyenda negra, se observa que prácticamente desde el último Siglo de Oro, con la literatura de Quevedo, hasta la aparición de los 6 relatos ejemplares 6 de Elvira Roca Barea, el silencio de autores, intérpretes e hispanistas en general, ha sido extraordinario, con las puntuales excepciones de un Feijoo o de un Cadalso, y poco más, hasta casi los umbrales del siglo XX, donde los efectos de la propaganda luterana y anglosajona comienzan a tomarse en serio solamente por parte de algunas figuras de cierta referencia.

En connivencia con algunas de estas figuras literarias, persisten autores, muy reconocidos, como Valle-Inclán, Pérez de Ayala o Martín Santos –entre otros muchos (alguno incluso Premio Cervantes de las Letras, como Goytisolo)–, que siguieron, irreflexivamente, cultivando, desde dentro de la creación literaria, el caldo y la psicología más acríticamente negrolegendarias. A este tipo de escritor siguió o acompañó otro modelo que, a título de género literario, y con vulgares pretensiones de ganarse el consumo lector de un público fácil, se apuntó al negocio de escribir para negrolegendarios.

Bajo esta inercia, sin duda histórica, llegamos a los 6 relatos ejemplares 6 de Elvira Roca Barea, que rompen con esta tradición, e introducen importantes componentes: la Historia como material intervenido por la literatura con fines de crítica dialéctica frente a corrientes ideológicas adversarias; la teoría de la ficción literaria frente a las teorías de la Historia política, científica, cultural…; la transducción ―o interpretación transformativa― de la Historia a través de la Literatura; el uso de la filosofía y de la parénesis, afines al ensayo, y la literatura epistolar, como recurso literario que, desde la ficción, interviene la interpretación histórica, &c.

A estas y otras cuestiones nos referiremos en la conferencia, para desembocar en un asunto final que consideramos de importancia y gravedad: los efectos adulterantes y nocivos que la propaganda negrolegendaria ha provocado –y provoca– en los estudios literarios actuales, y su paulatina introducción en una concepción de la Teoría de la Literatura fragmentada, ilusa e irreal.

Nos referimos, en particular, a los nacionalismos, desde los que se ha llegado, en ciertos contextos, a inventar filológicamente –en los «laboratorios ideológicos» de las Universidades autonómicas (valga la paradoja)– una lengua que trata de imponerse políticamente. Inventada una lengua, se ha procedido después a inventar una literatura. Y actualmente asistimos a la invención nada menos que de una suerte de «Teoría de la Literatura» propia de cada comunidad autónoma o de cada «nación» presuntamente existente dentro de la nación española.

Este tipo de fenómenos no constituyen una novedad en la invención histórica de influencias que han tratado de verterse sobre la Hispanidad con pretensiones de europeización, modernización, progresismo, etc., pues podríamos enumerar –y es uno de los puntos esenciales de esta conferencia– varios casos anteriores:

1) La intromisión del erasmismo, desde cuya propaganda académica se pretende explicar, entre otras cosas, las obras literarias más relevantes del Siglo de Oro español, como resultado de un europeísmo reprimido por el Hispanismo (algo así como que Cervantes escribió el Quijote a pesar de ser español y en contra de lo que era la España que conoció y vivió…).

2) La exaltación académica y universitaria del luteranismo y de la Reforma religiosa, como si algo así hubiera sido una suerte de Ilustración quinientista que hizo que España perdiera «el tren de la Historia», cuando en realidad fue una liberación de psicologismos, supercherías y psicosis sociales institucionalizadas políticamente.

3) La idealización de la Ilustración dieciochesca europeísta, como segundo intento histórico de europeizar España (el primero fue el protestantismo en el siglo XVI y el segundo la Ilustración anglosajona y francoalemana en el siglo XVIII).

4) La inyección krausista, a través de una sui generis interpretación culturalista del idealismo alemán, en todos los órdenes de la vida española, desde la segunda mitad del siglo XIX, particularmente en los diferentes sistemas educativos, desde el implantado por la ILE hasta el franquismo y la posmoderna LOMCE, como bien ha expuesto en El culto pedagógico Sánchez Tortosa muy recientemente. Pero lo que no se dice es que hay una muy importante literatura española que parodia el krausismo de forma patente, como es el caso, nada menos, de la obra de Leopoldo Alas, tanto en La Regenta como en sus cuentos y narraciones breves.

5) Los intentos por eclipsar la originalidad del realismo español exigiendo, de nuevo desde el mundo académico y universitario, una interpretación zolesca y naturalista de la novela española de la segunda mitad del siglo XIX, de tal modo que si la novela española no es naturalista, entonces es que no es europeísta, ni moderna, ni actual, y sigue anclada en tradiciones hispánicas decimonónicas… En la literatura española, el llamado «naturalismo» está ya presente desde el Cantar de mio Cid… (obra que, por cierto, inaugura en la literatura española –y universal– el castigo legal contra el maltrato a la mujer…).

6) Actualmente es la posmodernidad, con todos sus idearios de género y sexualidad, etnarquías e indigenismos, migraciones y fronteras, y demás mitologías culturalistas, la que se utiliza como disolvente de la Hispanidad, a fin de potenciar lenguas precolombinas, nacionalismos peninsulares, y presuntas teorías literarias de fabricación anglosajona destinada a destruir un concepto de literatura que, construido en la Grecia clásica, ha perdurado hasta la Edad Contemporánea gracias, sobre todo, a la obra literaria de España.

Por todas estas razones es importante poner sobre la mesa, es decir, hacer críticamente pública, esta interpretación, totalmente actual, del papel de la literatura española contra la actividad de los negrolegendarios, en particular de esas élites españolas que «trabajan para el inglés», y que en estos momentos pretenden incluso instalarse en el ejercicio de la Teoría de la Literatura escrita en español.